Tras la arrasadora victoria electoral del actor Volodímir Zelensky, el nuevo presidente decidió disolver la Rada (parlamento) y convocar a elecciones anticipadas. Los resultados parciales indican un 43,9% de votos para el partido oficialista, el Servidor del Pueblo, 11,5% para la Plataforma Opositora – Por la Vida del candidato pro-ruso Iurii Boiko, 8,9% para el partido Solidaridad Europea del ex-presidente Petró Poroshenko, 7,6% para la fracción Batkivshchína liderada por Iúlia Timoshenko y un 6,3% para Gólos, del músico Sviatoslav Vakarchúk.
El proceso
En el ballotage del 21 de abril, el actor Volodímir Zelensky venció con un 73% a su contrincante y por entonces presidente Petró Poroshenko. Pese al gran apoyo popular, el cómico no tiene ningún respaldo en los organismos estatales y desde el inicio de su candidatura ha dejado en claro que no quiere participar de la rosca política. En consistencia con este pensamiento, el día de su asunción, decidió disolver la Rada y convocar a elecciones anticipadas.
De acuerdo con el sistema legislativo ucraniano, la Rada consiste en una sola cámara compuesta por 450 diputados que gobiernan por 5 años. La mitad de los diputados son elegidos por mayoría en cada distrito mientras que los otros 225 diputados son seleccionados por cada partido que logra superar el 5% de votos.
Los comicios se realizaron en forma tranquila en todas las provincias ucranianas salvo Crimea, ocupada por Rusia, y las autodenominadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk. También se abrieron urnas en aquellos países que cuentan con una gran diáspora ucraniana, excepto Rusia.
Con un 36, 5% de participación electoral, 26% menos que en las elecciones presidenciales, los resultados parciales son congruentes con las cifras arrojadas por las encuestas. Según estos números, el partido oficialista obtendría 126 diputados, el partido pro-ruso 33, el partido anti-ruso 26, Batkivschína, 22 y el partido del músico Vakarchúk, 18.
Las perspectivas
Estos resultados presentan una serie de posibles escenarios. El panorama más evidente es que el oficialismo cuenta con amplio apoyo propio y gran margen de juego para formar alianzas con otros partidos. Sin embargo, Zelensky declaró que su gobierno no va a negociar con el “viejo poder” y sólo va a trabajar con “caras nuevas”. También afirmó que “El/la primer/a ministro/a tiene que ser una persona fuerte, formada e independiente, sin participación política previa. Tenemos en vista a algunos candidatos”. Este es un golpe especialmente fuerte para Iúlia Timoshenko, quien participó en las elecciones con el slogan “Un presidente sin experiencia, una primer ministra con experiencia”.
Siguiendo con esta línea, Zelensky se mostró a favor de trabajar con el partido Gólos de Sviatoslav Vakarchúk. El músico, por su parte, dijo que está dispuesto a formar una alianza con cualquier fracción que apoye el “camino europeo” de Ucrania. Este dicho es similar al del ex-presidente Petró Poroshenko, quien sostuvo que apoyará a cualquier partido y candidato que haga entrar a Ucrania a la Unión Europea y la OTAN. Esta semejanza no sorprende si se tiene en cuenta que gran parte del equipo político de Vakarchúk participó en el gobierno anterior.
Otro actor importante a tener en cuenta es el partido pro-ruso Plataforma Opositora – por la vida de Iúrii Boiko. En su declaración post-electoral afirmó (interrumpido constantemente por Medvechúk, íntimo amigo de Putin) que su objetivo es restablecer las relaciones con Rusia y que armará alianzas sólo con “aquellos que compartan sus valores”. Si el oficialismo realmente quiere terminar la guerra en el Donbás, difícilmente pueda hacerlo sin el apoyo de este partido.
Algunas conclusiones
Los tres procesos electorales ocurridos en Ucrania este año permiten hacer una radiografía de la sociedad ucraniana. La primera característica que salta a la vista es el hartazgo por los políticos de carrera y la orientación hacia otras personalidades y otras formas de hacer política. Esto es evidente no sólo debido al 73% de votos que recibió Zelensky sino también con el 6,3% que logró Sviatoslav Vakarchúk, líder del histórico grupo musical Okean Elzy.
Otro rasgo que se deja entrever es que, a diferencia de elecciones pasadas, “la cuestión rusa” no es un criterio esencial a la hora de votar. Con excepción de algunos grupos ultra-nacionalistas, la mayoría de los ucranianos quiere entrar en la Unión Europea y pertenecer a la OTAN sin romper relaciones con Rusia. Quiere terminar con la guerra en el Donbas pero ya dan Crimea por perdida.
En este sentido, “la grieta” ya no es una cuestión de la sociedad ucraniana sino impuesta tanto por Occidente como por Rusia. Y es un tema fundamental para cualquiera que quiera gobernar Ucrania. Por el momento, solo por el momento, el gobierno de Zelensky alcanzó una cantidad de diputados que le permite legislar sin la necesidad imperante de negociar con otros partidos.