
Las movilizaciones en Chile en reclamo de un congreso constituyente que reforme las bases de una Carta Magna elaborada en la dictadura de Pinochet no cesan, a pesar de la política represiva adoptada por el presidente Sebastián Piñera.
En Resumen del Sur dialogamos con el congresista del Frente Amplio y presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de diputados, Jorge Brito, quien advirtió que “la situación en las calles es crítica” y que “buscan llevar a cabo una consulta nacional sobre el mecanismo para una nueva constitución” antes de marzo.
“El congreso nacional y el Poder Judicial ya han mostrado su respaldo a un proceso constituyente”
Las medidas de Piñera no han alcanzado para descomprimir el nivel de movilización de la gente, ¿qué mensaje les da a las fuerzas progresistas como la que representás?
No hay problema en que haya un movimiento horizontal, muy por el contrario, es una oportunidad que te indica que la salida no va a ser un petitorio de supermercado. Se ve que la salida va, por sobre todo, a una profundización de la democracia. Cuando tú tienes un país en el cual durante 30 años, desde que se pudo votar y Pinochet abandonó La Moneda, este país, que profundizó su sistema neoliberal, que privatizó todas las áreas de nuestra vida, que generó dos coaliciones de gobierno que se repartieron el poder y ambas profundizaron la privatización de nuestras vidas, tienes un negocio exorbitante en la salud.
Nosotros cuando viajamos a Argentina muchas veces podrán ver que traemos medicamentos, traemos libros, porque en Chile se les cobra un 20 por ciento de impuestos a los libros. Tenemos empresas de farmacias que se coluden para subir los precios, que concentran el 90 por ciento de las ventas. Se coluden, sale a la luz pública. Pasan dos años y los precios están arriba de nuevo y te preguntas qué pasó. Los gerentes fueron condenados a clases de ética. Tenemos, en cambio, a muchos emprendedores pequeños que se atrasan en el pago de impuestos que los multan. Tenemos hospitales públicos desfinanciados en Valparaíso, Viña del Mar. Los médicos tienen que elegir entre hacer una quimioterapia o una cirugía a la gente. Tenemos médicos que están renunciando porque dicen “no podemos ser más cómplices de la muerte en los sistemas de salud pública”, donde nos atendemos el 80 por ciento de la población. La mayoría de los ministros de Salud, que vienen de ser gerentes de clínicas, cobran muy muy caro, hacen su negocio pero tienen hoteles prácticamente.
Este sistema no es capaz de mantenerse por sí solo. Las empresas de distribución de electricidad hoy día, como en Santiago, son principalmente del Estado de Italia. Tienen las cuentas de electricidad más cara del continente. Eso habla muy bien de los italianos, que nosotros ayudamos a financiar sus programas sociales, su educación pública y gratuita, su salud pública, pero eso habla muy mal de nosotros como chilenos, que a 30 años de haber acabado la dictadura mantenemos una Constitución hecha por Pinochet y la derecha que ha privatizado y mantiene un alto costo de la vida. La mitad de las chilenas y chilenos no gana más de 400 mil pesos al mes y eso viene acompañado con que, no sé, son 7.000 personas en Chile que ganan 600 millones de pesos al año, es decir, un millón de dólares al año y pagan muy poquito de impuestos cuando a la gran mayoría no le alcanza para subsistir.
Esto se soluciona de una forma: teniendo a la gente dominada con policías, con militares, que es la forma que ha optado el presidente. Los conflictos sociales tienen dos salidas: una autoritaria o una democrática. El presidente Piñera ha ido todos los días con la salida autoritaria y nosotros no vamos a renunciar a la salida democrática.
La salida democrática tiene que ver con proyectos de ley que, algunos, ya están avanzados, pero por sobre todo, tiene que ver con un proceso constituyente que la sociedad chilena ya comenzó. Que en todo el territorio nacional se han autoconvocado cabildos que han sido un orgullo democrático donde la gente se reúne a discutir, a reflexionar y así ya se han desarrollado miles y han desbordado la institución.
El congreso nacional ya ha mostrado su respaldo al proceso constituyente, también lo hizo el Poder Judicial y, el poder ejecutivo, el gobierno, lo único que ha mostrado es la disposición de que carabineros continúen reprimiendo a la gente y a que los militares vuelvan a la calle.
Van dos mil heridos al sábado al mediodía. Tenemos niños baleados en los ojos por perdigones de escopetas de carabineros. Los datos hablaban de dos mil heridos, mil por armas de fuego de agentes del Estado que juraron defender a la ciudadanía y hoy en día la están atacando. Tenemos más de 5.500 personas detenidas y el gobierno nos dice más policías, ley anti saqueos, ley anti barricadas, ley anti encapuchados pero cuándo nos va a decir la ley para que los súper ricos dejen de evadir impuestos, cuándo nos va a hablar de la ley para que nuestras familias no se mueran en hospitales públicos, cuándo nos va a hablar de la ley para que las pensiones en Chile dejen de ser pensiones de miseria de 120 mil pesos al mes mientras las AFP sacan millones de dólares al día en ganancias y entregan pensiones de miserias al pueblo.
Entonces, la verdad que esto tiene angustia por el nivel de violencia que ha propiciado el gobierno pero también tiene una esperanza, y es que cambie el futuro de Chile o una sociedad más justa porque fuimos el experimento del neoliberalismo y espero que seamos dónde el neoliberalismo demuestre que fracasó.
“En dos años podemos iniciar y cerrar un proceso en el cual nos ayude a cambiar el rumbo del país”
Pareciera difícil pensar que Piñera tome esa demanda para concretarla, ¿qué posibilidad hay de avanzar esto con Piñera y, si tiene que avanzarse sin Piñera, cómo podría ser la salida para que la nueva Constitución se pueda empezar a materializar?
Los procesos constituyentes, por lo general, duran un par de años y no me parece mal, pero que se inicie ahora, cuanto antes y se fortalezca. ¿Por qué no me parece mal? Porque un congreso constituyente con esta mayoría conservadora que tenemos aún en el congreso nos va a profundizar el problema, probablemente. Lo que necesitamos es un congreso constituyente con estos liderazgos, con estas personas, que han despertado y que se han organizado a pesar de tener jornadas laborales extenuantes, de no tener tiempo libre, de tener deudas comerciales.
¿Cuál es el camino? Nosotros en el congreso nacional, de acuerdo a la actual constitución y a las leyes es muy difícil avanzar, pero algo se puede avanzar. Estamos propiciando un plebiscito para que a más tardar en el mes de marzo se lleve adelante una consulta nacional sobre el mecanismo para una nueva constitución. Entonces, no se trata de llegar y decir “nos juntamos y vamos a hacer la constitución”, se trata de que los obreros, trabajadores comunes y corrientes, pobladores, los que viven en campamentos, los que no tienen viviendas, puedan estar representados, y para que puedan estar representados es todo un proceso que comienza en los cabildos, que se debe fortalecer en cabildos regionales, que debe continuar después en la participación, en una postura, en un debate social en torno al plebiscito porque hay sectores de derecha que se están abriendo a la nueva constitución pero quieren otro mecanismo.
Entonces lo mejor es que la gente decida y generar un debate en torno a eso, que en el mes de marzo podamos decidir, a más tardar, el mecanismo, que en el mes de noviembre del próximo año definamos a los representantes a ese encuentro y luego, al año siguiente, se pueda definir una nueva constitución. En dos años podemos iniciar y cerrar un proceso en el cual nos ayude a cambiar el rumbo del país, no sosteniendo un país de violencia y abuso.
El presidente no traía estas ideas en su programa de gobierno, estas ideas estaban en nuestro programa de gobierno y nosotros perdimos. Él ganó, pero lo que tiene que recordar es que el gobierno de Chile no es una de sus empresas en la cual él puede hacer o deshacer lo que quiera. El gobierno de Chile es de Chile y la democracia no se trata de votar solo cada 4 años y esperamos que él dé respuestas a Chile.
Se está quedando solo el presidente y en eso creo que los organismos internacionales, la presión extranjera pueden servir mucho. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) quiere visitar a Chile. La CIDH tiene su sede en Washington, es un organismo multilateral del continente validado por Estados Unidos. Quiere ingresar a Chile a revisar la situación de los Derechos Humanos y Chile le ha dicho que no ingrese. Le mandó un informe que la Comisión no pidió.
Nosotros acá necesitamos la ayuda de los organismos multilaterales, internacionales, de la gente común y corriente porque la verdad que la situación en las calles es crítica. Insisto, el día de ayer vi el registro de cómo un policía le disparaba a un niño y terminó con un ojo reventado, producto de escopeta. El día de ayer en Viña del Mar Carabineros, la policía entró hasta la sala de urgencia del hospital a tomar detenidos, se enfrentó a los médicos, gaseó con gases lacrimógenos muy fuerte dentro del hospital. Niños y niñas llorando, ancianos enfermos. El nivel de violencia que está llevando adelante el gobierno del presidente Piñera no lo habíamos visto desde la dictadura. Este presidente va a pasar a la Historia, sino cambia el rumbo, como el que más ha violado los derechos humanos en democracia, quien más daño le ha hecho a Chile.
Le pedimos, dado el nivel de ego y dada la arrogancia que tiene el presidente, que el prestigio le puede significar algo. El presidente ya canceló la COP y la APEC por razones obvias y eso yo creo que le hace un poco de daño pero el tema es que no podemos quedar nosotros abandonados porque yo, como diputado, tengo un montón de privilegios que me dan vergüenza. Yo no recibo las balas, los muertos los pone el pueblo siempre y la verdad es que esto puede tener una salida democrática, pero necesitamos que el gobierno renuncie a la autoridad.
“Tenemos un sistema para ricos y para pobres, un apartheid social”
¿Que opinión te merece a vos el discurso de la derecha que cualquier reforma pueda afectar, tanto el crecimiento de Chile como la rentabilidad y la inversión en el país?
Eso es cierto, las reformas suelen afectar. Lo que pasa es que no es lo único que suele afectar. Un modelo, un país quiere salir adelante. Yo tengo 29 años, soy el diputado más joven del congreso nacional y nací en el año 90 cuando muchos diputados ya eran diputados. Yo he tenido colegas que son diputados desde que yo nací y toda mi vida escuchamos el miedo a la pobreza de nuestras familias en la dictadura. Que hay que trabajar y salir adelante, pero ese trabajar y salir adelante permitió a nuestras familias muchas expectativas que el propio sistema no fue capaz cumplir. Les dijeron a nuestros trabajadores y trabajadores que se iban a jubilar con el 75 por ciento de su sueldo y no llegan al 10 por ciento. Les dijeron que los chilenos eramos iguales ante la ley y tenemos a los hijos de senadores que cometieron delitos y quedan libres y a quienes venden cds copiados en la calle han quedado en cárceles, incluso algunos han muertos.
Tenemos un sistema para ricos y para pobres, un apartheid social y eso hace que tampoco sea sostenible ni el crecimiento y ni el bienestar. El crecimiento en la economía es bueno porque significa el crecimiento de la gente, pero cuando el crecimiento ha significado un aumento en las fortunas de los súper ricos y no significado en misma proporción un aumento en los salarios de la gente y esto acompañado de un alto costo de la vida porque aquí tres empresas se reparten todos los mercados básicos de nuestra vida y se coluden para los pañales, para los medicamentos, para todos los servicios básicos, entonces eso tampoco es sostenible. El sistema económico lo levanta gente de esfuerzo y esa gente de esfuerzo hoy día no está siendo ni parte del valor que esa misma gente genera, entonces eso no es sostenible.
Yo he conversado con distintas personas y con algunos empresarios también. Los empresarios ya se han sumado a simpatizar con las demandas sociales porque ellos entienden también que ningún negocio es sostenible cuando a la gente que es trabajadora y también consumidora, se le quita el aire, se le quita el oxígeno. Lo que acá estamos planteado es que no es sostenible este modelo, el neoliberalismo no es capaz de sostenerse por sí mismo porque se sostiene sobre la explotación de las personas. Acá queremos un cambio en el modelo y algo muy sencillo.
Antes que avanzar le pedimos al gobierno que no continúe retrocediendo. El gobierno con la democracia cristiana, que no se supone que no es del gobierno pero vota como el gobierno, acá aprobaron y nosotros rechazamos, una reforma tributaria que le baja en 830 millones de dólares a los super ricos al año. Es decir, en vez de avanzar el gobierno quiere retroceder. Esa plata puede ir directo a las personas sin que el Estado gaste ni un peso adicional. ¿Eso afecta el crecimiento? No. Lo único que va a afectar es a esos super ricos, quienes el Estado hoy día les está regalando dinero cuando en verdad lo que necesitamos es avanzar en que se comprometan con un desarrollo más justos de la sociedad porque, incluso sus negocios no son sostenibles.
“Necesitamos es una nueva constitución hecha por la gente”
Dentro de este nuevo modelo, ¿cómo empezarías a reacomodar este nuevo Chile de acá en el corto plazo?, ¿cuáles serían las pautas a seguir y en qué orden?
Lo primero es que tenemos que hacer es transferir decisiones a la ciudadanía. Los políticos se van a sorprender de cuando escuchen a esta ciudadanía y la claridad que tienen en torno a sus demandas. Son muy comunes. En todas las ciudades de Chile y en las redes sociales son muy similares las demandas. Las demandas son respecto a lo caro que es el costo de la vida.
El costo de la vida, en grandes términos, hoy día se provee por dos o tres empresas. En el caso de los servicios básicos el Estado tiene muy pocos activos y participa muy poco de la economía nacional y sucede que los años 80 privatizó 720 empresas. Esas empresas después terminaron en capitales extranjeros y nos tienen el pie sobre la billetera en muchas áreas de nuestra sociedad hoy día.
La constitución establece el derecho a la propiedad y lo consagra como un derecho fundamental e importante, a la propiedad privada. Entonces el daño a la propiedad privada y todo lo que conlleva a la propiedad privada es gravísimo. Pero vas a creer tú que consagra el derecho al acceso a la salud, pero no el derecho a la salud.
Entonces, qué hace el Estado hoy día, la derecha y los gobiernos que han pasado, te entrega un bono para que tú vayas y te atiendas donde quieras y te vas a atender al sector privado al precio que fija el sector privado y el sector privado hace tremendos negocios con el Estado. Los que más critican el Estado son a los que más les gusta sacarle plata financiando empresas.
Acá lo que necesitamos es una nueva constitución hecha por la gente en la cual avance nuestra postura a la consagración de derechos sociales básicos, como por ejemplo, que tú puedas tener un seguro único de salud. En Chile no tenemos seguro único de salud, tenemos uno público y uno privado: en el público está el 80 por ciento del país y en el seguro privado está el 20 por ciento del país. Entonces la educación es lo mismo, tenemos una educación pública y una privada: en el publico está todo precarizado y en la privada anda todo de maravilla pero te cobran. En los territorios, en las casas es lo mismo, tenemos una segregación para todos los aspectos de nuestras vidas y nunca nos encontramos y hoy día nos hemos encontrado en torno a estas movilizaciones y espero que esto se traduzca en un cambio de constitución.